Hoy vamos a compartir con vosotros la experiencia de una jugadora de la Spanish Softball League, que ha decidido irse a los EE.UU. para vivir su aventura americana de estudiar y jugar al softball. Estamos hablando de Inés Ortigosa, jugadora del CS Fénix de Valencia. Y para su aventura ha elegido al estado de Illinois, origen del softball, allá por el año 1887.
Llegando a Illinois
Este otoño he tenido la oportunidad de jugar una liga con un equipo en Illinois, Estados Unidos. Estoy aquí en un pequeño pueblo del centro del estado, cursando un año escolar. Estoy viviendo en casa de una familia local, los cuales estaban al tanto de mi pasión por el sófbol e hicieron todo lo posible por buscarme un equipo donde jugar, hasta que empezara la liga de primavera de los High Schools. Para empezar hay que entender que aquí, este deporte tiene otras dimensiones. Por ejemplo, en mi pueblo que tiene 3500 habitantes, hay 5 campos de sófbol. Bastante impactante comparado con Valencia, una de las ciudades más importantes del país, que solo tiene uno.
Primer entrenamiento
El primer entrenamiento que tuve fue un shock total. Al llegar lo que más me sorprendió es ver cómo todas estaban entrenando con pantalones de juego, cada una con sus bates propios (sí, en plural), además de equipo completo de catcher, las que lo eran. Cuando empezamos a entrenar, las sorpresas solo aumentaron: el nivel de todas las jugadoras era impresionante, al igual que su actitud en los entrenos. Un equipo cualquiera en mitad de campos de maíz, que perfectamente podría ganar a muchas selecciones sub 18 de sófbol. Las pitchers tiraban cuatro o más efectos, todas por encima de las 55 millas.
Primer Torneo
El asombro solo siguió en el primer torneo en el que participé. Más de 120 equipos (sí, 120). Jugamos en un complejo que constaba de cuatro anillos con cuatro campos cada uno. Un montón de ojeadores de universidades, stands de material… Todos los equipos a los que me enfrente tenían un nivel muy alto, fue un honor poder jugar contra ellas. La dinámica de juego la encontré bastante diferente a la de España. Para empezar, al haber tantos equipos, se jugaban partidos de una hora y cuarto, donde daba tiempo más o menos a cuatro innings. Los dos o tres primeros días de torneo se juegan las fases de grupos, y el último día se juega a “singles elimination”, es decir, si pierdes algún partido ya no juegas más en todo el día, y si los ganas todos quedas campeón.
Mi opinión
En mi opinión, el juego aquí se basa más en pitchers de mucha calidad, que de vez en cuando se equivocan en un lanzamiento y le batean un home run; en España es un juego más lento, con mas juego corto, robo de bases, errores defensivos, etc… Como jugadora lo que más me llevo es el aprendizaje, tanto de técnica de movimientos y jugadas, como de la actitud de entrenadores y jugadoras, que fue admirable. También me llevo la experiencia y mis compañeras, lo mucho que me apoyaron. Lo más difícil de estas experiencia yo creo que fue lidiar con la impotencia de tener que enfrentarte a pitchers muy por encima de tu nivel a las que te cuesta verles la bola, pero me quedo con como fui mejorando, gracias a mis entrenadores y compañeras, acabé los torneos con .333 de AVG en total y con el anillo de Campeonas en el USSSA Fall State 4X Point.
Desgraciadamente esa liga ya se acabó y ahora toca prepararse a partir de 4 de enero para la liga de primavera donde jugaré con mi instituto contra otros institutos del entorno. Tengo muchísimas ganas y estoy muy agradecida por todo lo que estoy viviendo.
Jugadora de la Selección Española de Sófbol.