Resumen
La jornada la inauguró la visita del CBS Sant Boi al feudo del San Inazio de Bilbao, en los que fueron dos encuentros que prácticamente auguran una reedición en la segunda fase de liga gracias a los buenos resultados que han ido cosechando vascos y catalanes a lo largo de esta primera parte de temporada. Con ambos equipos con registros parecidos, la igualdad estaba prácticamente asegurada, e hizo acto de presencia durante todos los nueve innings del primer partido, que no se resolvió del todo hasta la recta final. Los visitantes fueron los primeros en golpear nada más empezar, rentabilizando los tres hits que conectaron para abrir temprano el electrónico con dos carreras remolcadas por Cabello (hit, 2 RBI), tras los hits de Blanco y Salas que supusieron el temporal 2 a 0 en El Fango de Bilbao. Con esta temprana ventaja los catalanes se crecieron y sacaron partido a una buena salida de Èric Páez, que volvió a firmar una gran aparición desde el montículo local, pero los bates locales no estaban dispuestos a rendirse tan temprano. Un solo home run de Kreisber Auciello (1 RBI) recortó a la mitad la ventaja, pero en ese punto ambos lanzadores cogieron la velocidad de crucero para evitar que ninguno de los dos equipos se escapara en el marcador.
El hit de Alvarado y el doble de Leyva en la quinta pusieron en aprietos a los catalanes, que consiguieron frenar el primer envite encajando tan solo una carrera (tras un error defensivo), pero, con el empate en el marcador al cierre de la quinta, llegó el último gran zarpazo de un conjunto vasco que tiró de orgullo para sumar su decimocuarta victoria de la temporada. Dos boletos consecutivos con un out llenaron parcialmente las bases, sirviéndole en bandeja las carreras a Alvarado (fly de sacrificio, 1 RBI) y a Leyva (doble, 1 RBI), que a base de batazos llevaron el marcador hasta el definitivo 4 a 2 con el que se saldó el primer encuentro, con ambos lanzadores abridores yendo las nueve entradas completas para poner la guinda a un duelo que, pese al gran dominio desde el montículo, se terminó decidiendo del todo desde el cajón de bateo.
